La enseñanza del español como lengua
extranjera (ELE) o segunda lengua (L2) ha dado poca importancia a los refranes.
Estos son sin embargo un recurso más para la enseñanza – aprendizaje de la
lengua. Nuestro propósito no es facilitar una lista de refranes que se pueden
utilizar para la enseñanza, ya que existen una infinidad, y siempre salen
nuevo. Lo que sí queremos es presentar unas propiedades de los refranes que pueden
ser enriquecedoras para clases de ELE o L2.
Los refranes ayudan, de manera general,
el aprendiente a adquirir la competencia lingüística. En efecto, enriquece su
vocabulario, le familiariza con la gramática, la semántica, la ortografía de
las palabras, le adiestra a la pronunciación y le ayuda a entender unos
referentes culturales.
Concretamente, los profesores pueden
usar por ejemplo los refranes con los principiantes, para adiestrarlos a
lectura y a la pronunciación. Pueden seleccionar unos refranes específicos, en función
de las dificultades que tiene el alumno por contraste entre su lengua materna y
el español. Por ejemplo, los refranes:
i.
A boda ni a bautizo, no vayas sin ser llamado.
ii.
El jueves de la ascensión, cerezas en Oviedo y trigo en
León
iii.
El cazador anda lejos de hacer casa con
azulejos
iv.
Arequipa llena
de dones, pendones y muchachos sin calzones
pueden
ayudar al alumnado de francés como lengua materna a adiestrarse a la pronunciación
de las consonantes: v, ll, j, c, z, ch, los diptongos: au, ue, ie, a evitar la nasalización de: in, en, on, an. También les puede ejercitar a la buena acentuación y entonació.
Los
refranes tienen, pues, la ventaja de ser textos muy breves y sencillos que presentan
todos los aspectos prosódicos de la lengua: la articulación, la acentuación, la
rítmica, la entonación, etc.
También, los aprendientes pueden
inspirarse de los refranes para aplicar unas reglas gramaticales; la
concordancia entre elementos de la frase, el uso de los modos y tiempos
verbales, etc. Por ejemplo, un refrán como: No compres de quien compró; compra de quien heredó, que no sabe lo
que costó
permite
practicar al mismo tiempo: el presente del subjuntivo, el pretérito indefinido,
el imperativo y el presente.
En cuanto al enriquecimiento del
vocabulario, cabe decir que a veces los alumnos recurren a los diccionarios
para memorizar listas de palabras. Esto tiene dos desventajas:
Primero, las palabras se aprenden de
forma suelta. No suelen aparecer en contextos claros, en lo que sea posible ver
cómo se combinan con otras palabras, cuáles son sus posibles organizaciones
sintácticas. En cambio, en los refranes, las palabras toman sentido respecto a
otras y aparecen en construcciones sintácticas claras.
Segundo, en la mayoría de los casos,
las listas de palabras memorizadas están olvidadas en seguida. En cambio, en
una frase que les da forma y vida, las palabras no se olvidan fácilmente. Los
refranes tienen, pues, la facilidad de ofrecer un cuadro a las palabras y de
ser frases cortas, completas, llenas de sentidos y con valor de consejo, por lo
cual, no se olvidan rápidamente.
Otro aspecto más importante de los
refranes es que ayudan a entender el lenguaje metafórico. Es innegable la
dificultad que tienen los aprendientes ante un lenguaje alejado de lo que
presentan los libros y manuales para aprender la lengua. Dichos libros, muy a
menudo, son clásicos y alejados de la forma real y auténtica de expresión de
los hispanohablantes. Por lo tanto, no suelen presentar los giros metafóricos que
dichos hispanohablantes dan a la lengua. En cambio, la particularidad de los
refranes es la metáfora. Casi siempre, están caracterizados por símbolos e
imágenes. Esto ayuda a los aprendientes a familiarizarse con el lenguaje
metafórico y a entenderlo mejor.
Los refranes tienen otras muchas ventajas
que no ofrecen los demás recursos de aprendizaje de la lengua, más precisamente
los textos literarios clásicos. Por ejemplo, son frases cortas, fáciles de
aprender y memorizar, ya que se pueden captar de manera espontánea, sin grandes
preparaciones. Tienen unos contenidos muy prácticos que estimulan a la lectura,
porque se presentan como lecciones para la vida. Por lo tanto, para muchos
alumnos que no están acostumbrados a leer y que se desaniman más rápido ante un
texto poético, dramático o argumentativo, resultan más motivadores de requerir menos
tiempo, concentración y paciencia para leerlos. Igualmente, el hecho de tener
casi siempre un equivalente en la propia lengua puede ser otro motivo para los
alumnos de leerlos. Por ejemplo:
Español: No hay mal que por bien no
venga
Latin: Nullum malum quod prorsus
omni utilitate careat
Catalán: Ni hi ha mal que el temps
no curi
Portugués: Não há mal que o tempo
não cure
Francés : A quelque chose malheur est bon
Italiano :
Tutto il male non vien per nuocere
Inglés :
No great loss but some small profit
Alemán: Jedes Unglück ist zu etwas
gut
Además de ser excelentes recursos de
expresión oral para sintetizar una idea, los refranes pueden servir como
circunloquio a los alumnos de español como lengua extranjera o segunda lengua,
para que puedan expresar una idea cuando no tienen el vocabulario preciso para
hacerse entender.
En
fin, son excelentes recursos de apoyo para el aprendizaje de una lengua. Ayudan
a los alumnos a conseguir la competencia lingüística y los ofrecen herramientas
para salir airoso de situaciones de comunicación.